SOBRE ALEX...

Una voz entre lo real y lo fantástico: teatro, magia y literatura / La ficción como hechizo, la escritura como memoria.

"Desde muy temprano y en este camino que es la escrituta, aprendí que las palabras no eran meros instrumentos de comunicación, sino materia viva. Espacios donde resguardarse del ruido del mundo y a la vez puertas hacia lo desconocido. No escribo únicamente para contar historias lo hago con la intención de invitar al pensamiento crítico, a la reflexión, para desenterrar capas, para incomodar incluso, para rozar lo que no siempre puede decirse en voz alta. Escribir para mí es un gesto de lucidez, una forma de habitar la conciencia y, muchas veces, una forma de canalización. No somos dueños absolutos de lo que creamos: somos cauces, pasajes, receptores de información que puede venir de distintos planos de consciencia pura".

Mi nombre es Alex Martino. Soy escritora italo-venezolana, lectora voraz y obsesiva del umbral que separa —y une— lo tangible de lo intangible, lo real de lo fantástico. Comencé a escribir a los quince años y, desde entonces, la palabra se convirtió en mi manera de habitar el mundo con profundidad, con crudeza, con belleza. Durante mi carrera de escritora me he dedicado a cultivar una voz propia desde la dramaturgia y la dirección teatral en la escena alternativa madrileña, donde obras como Sueño Lúdico, La señorita Jenkins y sus pacientes y Bajo tu lente se convirtieron en laboratorios vivos para indagar en la psicología, la identidad, el deseo y la contradicción.

En 2021 publiqué Las mujeres son del bosque, una novela de realismo mágico, de hechicería y raíces, donde las herencias femeninas se entrelazan con lo ancestral y lo simbólico. Con Á de Ámara, B de Bruja di un paso hacia el romantasy, un género que me permite explorar la sensualidad, la espiritualidad y la oscuridad como territorios inseparables de la experiencia humana, especialmente desde una mirada femenina, crítica y encarnada.

Para mí, escribir no es un pasatiempo ni un entretenimiento; es una forma de resistencia y una herramienta para el despertar. Creo en el arte como una forma de agitación: como fuego, espejo, abismo y también sanación. Escribo para movilizar, para romper con las narrativas reiterativas, para devolver voz a lo que ha sido sistemáticamente acallado. En mis historias resuenan brujas, curanderas, mujeres insurrectas y complejas, herederas de linajes silenciados, portadoras de memorias rotas y deseos vivos. Escribo con y para ellas. Para nosotras.

Mi impulso creativo parte de una convicción profunda: la fantasía no es una fuga de la realidad, sino una forma de revelarla. A través de lo fantástico se puede hablar de lo que el lenguaje cotidiano no alcanza. Mis historias abren portales hacia despertares —espirituales, sí, pero también emocionales, sociales, afectivos—. Me interesa esa zona intermedia donde las emociones no están aún domesticadas, donde el alma se abre como herida o como rito. Quiero que quien me lea se encuentre en sus propias fisuras, y comprenda que no hay contradicción entre la sombra y la luz: ambas nos constituyen, la dualidad nos constituye. No creo en la perfección; creo en la potencia de lo imperfecto, de lo inacabado, de lo que esta roto y pretende repararse, curarse a partir de entrar en contacto con sus emociones más temibles.

Los personajes que habitan mis libros no son arquetipos heroicos ni ejemplos de virtud: son seres atravesados por el deseo, la pérdida, la rabia, la ternura. A veces humanos, a veces criaturas liminales. En ellos deposito mi fascinación por lo oscuro, no como condena, sino como fuente de autenticidad. Creo que solo al mirar de frente el dolor, la violencia, la muerte y el duelo (sin edulcorarlos, sin negar su espesor) podemos entender lo que significa estar vivos. No escribo desde el nihilismo, sino desde una fe íntima en que cada historia encierra una clave, un sentido, una semilla de transformación.

Me inspiran voces diversas, cada una con su forma única de habitar la palabra: Elena Ferrante y su disección implacable del vínculo femenino; Anne Rice y su erotismo oscuro; Isabel Allende y Laura Esquivel, con su enraizamiento mágico; Annie Ernaux y su precisión política de lo íntimo; Kazuo Ishiguro, Vargas Llosa, García Márquez, Benedetti, Ken Follett. En el terreno de la fantasía, me inspiro de autoras como Sarah J. Maas, Rebecca Yarros, J. K. Rowling y George R. R. Martin, no tanto por sus mundos, sino por la manera en que sus mundos dialogan con nuestros miedos, deseos y estructuras de poder.

Escribo para quienes no encajan, para las que buscan sentido más allá de la superficie, para las que han sido rotas o contenidas, y que, sin embargo, persisten. Para las que arden sin pedir permiso. Mi mensaje es simple pero profundo: hay algo sagrado en tu historia. No viniste a este mundo a encajar: VINISTE A SER. Viniste a recordar. Sí, tú. MAGA, BRUJA, DIOSA.

"Escribo para movilizar, para romper con las narrativas reiterativas...

SOBRE ALEX...

Una voz entre lo real y lo fantástico: teatro, magia y literatura / La ficción como hechizo, la escritura como memoria.

"Desde muy temprano y en este camino que es la escrituta, aprendí que las palabras no eran meros instrumentos de comunicación, sino materia viva. Espacios donde resguardarse del ruido del mundo y a la vez puertas hacia lo desconocido. No escribo únicamente para contar historias lo hago con la intención de invitar al pensamiento crítico, a la reflexión, para desenterrar capas, para incomodar incluso, para rozar lo que no siempre puede decirse en voz alta. Escribir para mí es un gesto de lucidez, una forma de habitar la conciencia y, muchas veces, una forma de canalización. No somos dueños absolutos de lo que creamos: somos cauces, pasajes, receptores de información que puede venir de distintos planos de consciencia pura".

Mi nombre es Alex Martino. Soy escritora italo-venezolana, lectora voraz y obsesiva del umbral que separa —y une— lo tangible de lo intangible, lo real de lo fantástico. Comencé a escribir a los quince años y, desde entonces, la palabra se convirtió en mi manera de habitar el mundo con profundidad, con crudeza, con belleza. Durante mi carrera de escritora me he dedicado a cultivar una voz propia desde la dramaturgia y la dirección teatral en la escena alternativa madrileña, donde obras como Sueño Lúdico, La señorita Jenkins y sus pacientes y Bajo tu lente se convirtieron en laboratorios vivos para indagar en la psicología, la identidad, el deseo y la contradicción.

En 2021 publiqué Las mujeres son del bosque, una novela de realismo mágico, de hechicería y raíces, donde las herencias femeninas se entrelazan con lo ancestral y lo simbólico. Con Á de Ámara, B de Bruja di un paso hacia el romantasy, un género que me permite explorar la sensualidad, la espiritualidad y la oscuridad como territorios inseparables de la experiencia humana, especialmente desde una mirada femenina, crítica y encarnada.

Para mí, escribir no es un pasatiempo ni un entretenimiento; es una forma de resistencia y una herramienta para el despertar. Creo en el arte como una forma de agitación: como fuego, espejo, abismo y también sanación. Escribo para movilizar, para romper con las narrativas reiterativas, para devolver voz a lo que ha sido sistemáticamente acallado. En mis historias resuenan brujas, curanderas, mujeres insurrectas y complejas, herederas de linajes silenciados, portadoras de memorias rotas y deseos vivos. Escribo con y para ellas. Para nosotras.

Mi impulso creativo parte de una convicción profunda: la fantasía no es una fuga de la realidad, sino una forma de revelarla. A través de lo fantástico se puede hablar de lo que el lenguaje cotidiano no alcanza. Mis historias abren portales hacia despertares —espirituales, sí, pero también emocionales, sociales, afectivos—. Me interesa esa zona intermedia donde las emociones no están aún domesticadas, donde el alma se abre como herida o como rito. Quiero que quien me lea se encuentre en sus propias fisuras, y comprenda que no hay contradicción entre la sombra y la luz: ambas nos constituyen, la dualidad nos constituye. No creo en la perfección; creo en la potencia de lo imperfecto, de lo inacabado, de lo que esta roto y pretende repararse, curarse a partir de entrar en contacto con sus emociones más temibles.

Los personajes que habitan mis libros no son arquetipos heroicos ni ejemplos de virtud: son seres atravesados por el deseo, la pérdida, la rabia, la ternura. A veces humanos, a veces criaturas liminales. En ellos deposito mi fascinación por lo oscuro, no como condena, sino como fuente de autenticidad. Creo que solo al mirar de frente el dolor, la violencia, la muerte y el duelo (sin edulcorarlos, sin negar su espesor) podemos entender lo que significa estar vivos. No escribo desde el nihilismo, sino desde una fe íntima en que cada historia encierra una clave, un sentido, una semilla de transformación.

Me inspiran voces diversas, cada una con su forma única de habitar la palabra: Elena Ferrante y su disección implacable del vínculo femenino; Anne Rice y su erotismo oscuro; Isabel Allende y Laura Esquivel, con su enraizamiento mágico; Annie Ernaux y su precisión política de lo íntimo; Kazuo Ishiguro, Vargas Llosa, García Márquez, Benedetti, Ken Follett. En el terreno de la fantasía, me inspiro de autoras como Sarah J. Maas, Rebecca Yarros, J. K. Rowling y George R. R. Martin, no tanto por sus mundos, sino por la manera en que sus mundos dialogan con nuestros miedos, deseos y estructuras de poder.

Escribo para quienes no encajan, para las que buscan sentido más allá de la superficie, para las que han sido rotas o contenidas, y que, sin embargo, persisten. Para las que arden sin pedir permiso. Mi mensaje es simple pero profundo: hay algo sagrado en tu historia. No viniste a este mundo a encajar: VINISTE A SER. Viniste a recordar. Sí, tú. MAGA, BRUJA, DIOSA.

"Escribo para movilizar, para romper con las narrativas reiterativas...

an abstract photo of a curved building with a blue sky in the background

Obra publicada y escénica

Narrativa:

Las mujeres son del bosque (2021) – Realismo mágico, raíces latinoamericanas.
Á de Ámara, B de Bruja (2024) – Romantasy, drama, fantasía oscura.
• Svlad: El Origen (pronto)– Misterio, existencialismo, Romantasy, drama, fantasía oscura.

Teatro (escena alternativa madrileña):
Incorrecto despecho
Sueño Lúdico
La señorita Jenkins y sus pacientes
Bajo tu lente
Las faces del despecho

Otros:
• Ensayos y textos breves sobre conciencia, feminidad, arte y dualidad.

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Obra publicada y escénica

Narrativa:

Las mujeres son del bosque (2021) – Realismo mágico, raíces latinoamericanas.
Á de Ámara, B de Bruja (2024) – Romantasy, drama, fantasía oscura.
• Svlad: El Origen (pronto)– Misterio, existencialismo, Romantasy, drama, fantasía oscura.

Teatro (escena alternativa madrileña):
Incorrecto despecho
Sueño Lúdico
La señorita Jenkins y sus pacientes
Bajo tu lente
Las faces del despecho

Otros:
• Ensayos y textos breves sobre conciencia, feminidad, arte y dualidad.